Realmente nos encontramos en una época de desinformación digital, en donde algunos saben un poco más que los otros, pero no lo comparten o dan información distorsionada e incompleta. El “rebote digital”, es generado por la mala o escasa información; la gente adquiere su cámara digital, se va feliz de vacaciones convertido en un profesional y sin tener que gastar en película. Posteriormente, manda imprimir sus imágenes y se encuentra con que no puede hacerlas más grandes que un timbre postal o aparecen “pixeleadas”; ya que en la tienda le dijeron que utilizara la resolución más baja para que le “cupieran un chorro” de imágenes en una tarjeta de 16 MB. Sus imágenes aparecen sin contraste, sin color y sin definición, ya que nunca le explicaron que después de tomar las fotos se tenía que sentar en la computadora a instalar el software que traen algunas cámaras, para ahora si darles color, contraste y nitidez. Cuando compró la cámara solo le dijeron “usted aprieta el botón…”.
Es importante informar a la gente el trabajo que implica una imagen digital. Platicando con una alumno de un curso en blanco y negro, nos decía que las imágenes digitales se le hacían insípidas, poco atractivas y hasta borrosas. La primera pregunta fue, ¿Qué le haces a tus imágenes digitales antes de imprimirlas?. La respuesta fue “pus nada, la imprimo y ya”; entonces lo invitamos a que viera algunas imágenes ya terminadas en el monitor, y nos dijo que esas si eran fotos. Se sorprendió cuando le comentamos que eran imágenes digitales; y a continuación le mostramos algunos de los ajustes básicos de contraste, saturación y hasta “sharpen". Entonces, dónde quedó el “usted aprieta el botón y nosotros nos encargamos del resto”, frase que hizo famoso a George Eastman, fundador de Kodak.
Nos hemos encontrado con gente que piensa que al comprar una cámara digital ya no es necesario saber fotografía. Comentarios como: “…pues yo veo que la revisan en el monitor de la cámara y si no les gusta le suben, le bajan, le mueven y ya está… sin checar exposición ni nada”, o “…tengo un conocido que sabe mucho de esto y dice que en 2 años más las cámaras digitales van a desaparecer”.
Mucha gente está renuente a aceptar la fotografía digital. Algunos otros todavía la ven como la técnica que ahí viene o el futuro lejano. La realidad es que ya está aquí y cada vez mejor. Algunas expectativas son que para el año 2008 en Estados Unidos, las cámaras digitales habrán sustituido a las cámaras tradicionales. Por otro lado, declara Karen Brose, directora del negocio de captura de Kodak de México, que todavía habrá película un tiempo, ya que en nuestro país el mercado digital es aún muy pequeño y no tan fructífero. Esto viene después de que Kodak anunciara que ya no invertiría en el mercado de fotografía tradicional en Canadá, Estados Unidos y Europa, pero si en los mercados emergentes.
Por otro lado, en el mercado, el material tradicional cada vez es más difícil de encontrar y la variedad es muy limitada. Unas son las declaraciones y otra la realidad, y la realidad es que cada vez es más difícil encontrar material tanto en blanco y negro, como en color.
En la docencia, la fotografía digital se ha convertido en una gran herramienta, que le permite al alumno asimilar rápidamente los conceptos complejos, como el de profundidad de campo, que “antes” (hasta hace 5 años) era tan difícil de entender. Los resultados eran imprevisibles y no siempre reflejaban lo que el docente deseaba. Ahora es muy fácil tomar una imagen durante la clase y mostrarles inmediatamente los resultados de abrir o cerrar el diafragma, modificar la velocidad y cambiar la iluminación.
Por otro lado, los alumnos piensan que cada vez es menos importante realizar una exposición precisa; revisan la imagen en el monitor de la cámara y si no está bien la ajustan sin consultar el exposímetro. Es muy común escuchar “no sé porque salió así, en la cámara se veía bien”. Muchos retratos pierden su frescura o su espontaneidad debido a que el fotógrafo revisa cada toma después de haberla realizado. El modelo se siente inseguro si no revisa las imágenes para “ver como sale”. La composición también pierde interés, ya que el “rollo” no cuesta y todo se puede mejorar después.
Como vemos, la fotografía digital es una herramienta muy poderosa en la enseñanza fotográfica, siempre y cuando les enseñemos a los alumnos a utilizarla con responsabilidad y conocimientos, y no como la solución a la falta de estos.
En el campo profesional, la era digital está acabando con 3 de los factores que son necesarios para obtener una buena imagen: la planeación, el tiempo para realizar la imagen y el presupuesto para hacerla. La gente se ha formado la idea de que digital es rápido y barato, que todo debe ser sobre fondo blanco para recorte, que no exige una planeación previa a la toma. Es común ver que “una fotografía” en dónde aparecen varias personas o elementos, se convierta en 4 ó 5 tomas individuales y posteriormente en fotomontaje. Por supuesto facilita mucho el trabajo de producción, pero las imágenes son cada vez irreales. Algunos clientes han sufrido el desencanto de lo digital, no quieren imágenes en un CD, quieren imágenes en película; que les garantice que el día de mañana no tendrán problemas con abrir el disco o la calidad de la imagen. Muchos sienten que están pagando “por nada”, que necesitan ver y palpar la imagen.
Un día platicábamos con Julio Galindo, Maestro en impresión con Paladio-platino, sobre su proceso y teníamos miedo de llegar a la parte digital, cuando de pronto nos comentó que en la parte de generar negativos a mayores formatos, la fotografía digital le había ayudado enormemente; que no solo había simplificado el proceso, si no que además lo hacía más eficiente y de mayor calidad. Entonces el no veía la fotografía digital como una amenaza de un proceso tradicional, al contrario, la veía como un gran avance.
Nos parece que es importante “leer” las señales del mercado en otros países, sobre todo en la enseñanza y en el ámbito profesional. ¿Por qué esperar hasta que ya sea prácticamente la única opción la fotografía digital?, ¿Por qué siempre esperar a que otros decidan por nosotros?, ¿Por qué no comenzar de una vez con lo digital?. Consideramos que nuestra responsabilidad como docentes y escuelas, es mantener a la vanguardia las técnicas relacionadas con nuestra profesión. ¿Por qué no informar lo mejor posible a la gente?. Si nos están diciendo que el futuro de la fotografía es digital, ¿Para qué esperarnos más tiempo?.
Algo cierto actualmente, es que cada vez es más difícil justificar el porque es necesario un fotógrafo profesional detrás de una cámara que “solita hace todo”. Las herramientas con las que podemos dotar a nuestros alumnos son la información real y actualizada de cómo se encuentra el mercado profesional, y capacitándolos en nuevas tecnologías que sirvan para realizar su trabajo de manera eficiente. La gente entre mejor informada esté, más valorará el trabajo de un profesional.